Integrantes de la comunidad educativa de la Escuela Especial 1 dieron a conocer un texto, donde denuncian una serie de problemas edilicios que les impiden tener clases presenciales.
Señalan que “el 1ro de marzo del corriente año la gran mayoría, por no decir casi todas las instituciones educativas de la provincia, comenzaron a transitar la bimodalidad, excepto nuestra querida escuela que cuenta con las y los docentes, las y los estudiantes y familias ansiosos de volver a su escuela, las planificaciones y el Plan Institucional de Regreso Cuidado presentado ante el COE, pero nos falta que el edificio esté en condiciones de seguridad, salubridad e higiene”.
La carta abierta que dieron a conocer expresa que “Desde la comunidad educativa de la Escuela Especial N° 1 “Kayú Chénen” hacemos pública la situación real en que se encuentra nuestro edificio, rechazando las declaraciones de funcionarios que mienten por los medios diciendo que el mismo se encuentra en condiciones y dando a entender que tenemos alguna responsabilidad e intencionalidad en el no inicio de las clases presenciales”.
Luego puntualizan que la “Ley de Educación Nacional 26.206, en el artículo 42, establece que la Educación Especial es la modalidad del sistema educativo destinada a asegurar el derecho a la educación de las personas con discapacidades, temporales o permanentes, en todos los niveles y modalidades del sistema educativo. La educación especial se rige por el principio de inclusión educativa, de acuerdo con el inciso n) del Artículo 11 de esta Ley, la educación especial brinda atención educativa en todas aquellas problemáticas específicas que no puedan ser abordadas por la educación común”, menciona la carta.
Para pasar a relatar que “En nuestra Escuela funcionan los siguientes servicios: S.E.E.P. (servicio de educación especial primaria en el turno mañana), el T.F.O. (trayectos formativos ocupacionales en el turno tarde), el turno vespertino “Extensión Educativa de Jóvenes y Adultos con Discapacidad”, S.E.T. (servicio de educación temprana en los tres turnos), S.A.I. (servicio de apoyo a la inclusión en los tres niveles del sistema educativo y sus modalidades, en los tres turnos), S.S.e.H (servicio de sordos e hipoacúsicos en los tres turnos), S.C.y.D.V. (servicio de ciegos y disminuidos visuales en los tres turnos). Nuestra escuela es amplia y la única en nuestra ciudad, que brinda educación formal que contiene a todos los servicios educativos, atiende a niños desde los 45 días y a lo largo de la vida”, destacan.
Mencionan en el texto que “solo las familias podemos contar en primera persona lo que nuestra escuela representa para nuestros hijos e hijas: un lugar donde van a aprender, hacer amigos y amigas, un lugar donde son aceptados y queridos en su singularidad, un lugar donde creen en ellos y muchas veces el único lugar por donde transitan por fuera del hogar”.
“Para hacerle llegar la propuesta pedagógica a nuestros estudiantes durante la pandemia, los docentes tuvimos que reinventarnos, repensar nuestras prácticas, adaptarnos a la virtualidad lo que es un desafío doble para la modalidad especial. Y hemos logrado, al menos parcialmente, realizar la propuesta virtual gracias a nuestros alumnos y alumnas y sus familias, que se encuentran tan indignados como nosotros ante la injusticia y desidia que este gobierno y los anteriores muestran por nuestra institución. Dejando expuesto que la inclusión no es un tema prioritario para nuestros gobernantes”, se señala en la carta que surgió desde la Kayú Chénen.
Comentan después que “el 1ro de marzo del corriente año la gran mayoría, por no decir casi todas las instituciones educativas de la provincia, comenzaron a transitar la bimodalidad, excepto nuestra querida escuela que cuenta con las y los docentes, las y los estudiantes y familias ansiosos de volver a su escuela, las planificaciones y el Plan Institucional de Regreso Cuidado presentado ante el COE, pero nos falta que el edificio esté en condiciones de seguridad, salubridad e higiene”.
Dicen que “las actas de los sucesivos relevamientos sobre la situación edilicia, que realizan trabajadores y funcionarios de alto rango de los Ministerios de Educación y de Obras Públicas, de varias áreas de estos ministerios y otros, son elevadas vía jerárquica y dan como resultado pocas obras y nuevos relevamientos burocráticos. La primera inspección data de agosto del 2020 y a la fecha las actas sobre el tema edilicio suman varias decenas”, mencionan en la carta.
Después indicaron que “al 1 de marzo, cuando mienten los y las funcionarios que nuestra escuela estaba en condiciones; nos encontrábamos sin salidas de emergencias (no podían abrirse), varios baños clausurados, goteras en varias salas y el comedor, la reja perimetral caída, los patios externos con escombros, el vivero sin puerta, el taller de peluquería sin agua, los hornos que no prendían, un termotanque que no funciona y deja sin agua caliente a la cocina y una larga lista de etcéteras a las que se sumó el día jueves pasado la clausura de una caldera, porque su mal funcionamiento hacía que despidiera monóxido de carbono hacia el interior, poniendo en riesgo la salud de las personas que allí se encontraban. Si bien durante estos meses han ido reparando algunas de estas cosas, aún la escuela no se encuentra en condiciones seguras para el dictado de las clases”, refiere el texto.
Dicen que “en febrero ya nos encontrábamos reclamando en la puerta del establecimiento que las escuelas se abrían con recursos y no con discursos, esto lo reiteramos tristemente hoy, donde vemos a estos discursos transformados en declaraciones periodísticas”.
Finalmente se expresa que “Por ello, reclamamos públicamente que no confundan a la opinión pública con mentiras, que superen su propia incapacidad para gestionar y arreglen el edificio para que nuestros y nuestras estudiantes puedan comenzar a concurrir presencialmente como el resto de los estudiantes de la provincia. Ésa es la verdadera equidad y garantía de educación inclusiva”, concluye la carta, firmada como “Comunidad Educativa Escuela Especial N°1 Kayú Chénen”. (Desde Las Bases)