En el marco del Día Mundial de la Hipertensión se recordó la importancia de reducir el consumo de sal; evitar los alimentos procesados; la medición precisa de la presión arterial, entre otras acciones.
El Ministerio de Salud brindó una serie de recomendaciones para cuidar la presión arterial y prevenir patologías cardiovasculares, en el marco del Día Mundial de la Hipertensión.
Cada 17 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Hipertensión con la finalidad de promover la concienciación y los esfuerzos para prevenir, diagnosticar y controlar esta enfermedad.
La referente provincial de Enfermedades Cardiovasculares, Ana Grassani, explicó que “la hipertensión arterial es el principal factor de riesgo para padecer enfermedades cardiovasculares, especialmente enfermedad coronaria y enfermedad cerebrovascular, pero también para la enfermedad renal crónica, la insuficiencia cardíaca y la demencia”.
“La medición precisa de la presión arterial es fundamental para el diagnóstico y el tratamiento adecuado de la hipertensión” puntualizó la doctora.
En Argentina, más del 40% de la población adulta tiene presión arterial elevada, lo que representa aproximadamente 16 millones de personas, de las cuales un tercio desconoce su condición.
“La hipertensión arterial constituye un grave problema de salud pública que requiere dar continuidad y profundizar las políticas públicas vigentes, así como también fortalecer la concientización de la población sobre la necesidad de reducir el consumo de sal” consideró Romina Cortés, responsable provincial del Programa de alimentación saludable.
La licencia precisó que “se registró una reducción en la utilización de sal de mesa después de la cocción o al sentarse a la mesa, que pasó de 25% en el 2005 a 16,4% en 2018; y un aumento en la cantidad de personas que se realizó controles de presión arterial”, y destacó que esto refleja que “las acciones de promoción y difusión en relación al uso de sal y prevención están teniendo efectos sobre la comunidad, y esta está empoderándose para tomar decisiones más acertadas y oportunas en cuanto a su alimentación y salud”.
Gabriela Gainza, integrante del Programa Provincial de Alimentación Saludable, resaltó que “es importante limitar el consumo excesivo de sodio, que es una de las principales causas de Hipertensión Arterial (HTA)”, y detalló que “la OMS recomienda consumir hasta 5 gramos por día, y en Argentina se consume más del doble”.
“La mayoría de la sal que se consume está oculta en los alimentos ultraprocesados”, alertó la profesional, y detalló que se trata de “todos aquellos alimentos que estén enlatados, empaquedados o embotellados, y que han tenido un procesamiento industrial”.
Recomendaciones para disminuir el consumo de sal:
1. EVITAR el consumo de alimentos procesados y ultra procesados. Por ejemplo los snacks o productos de copetín, fiambres y embutidos, quesos duros o rallados, manteca o margarina, panes y galletas, amasados de panadería, copos de cereales, conservas de vegetales, aderezos, bebidas azucaradas, caldos y sopas, pickles o encurtidos, entre otros.
2. AUMENTAR el consumo de alimentos naturales y de elaboración casera. Por ejemplo frutas y verduras, cereales integrales, aceites crudos, legumbres secas, frutas secas y semillas sin el agregado de sal, infusiones naturales, quesos blandos con bajo contenido en sodio, carnes, entre otros.
3. REEMPLAZAR la sal por otras especias y hierbas aromáticas, como condimentos naturales aromáticos (perejil, romero, estragón, tomillo, orégano, laurel, cilantro, coriandro, salvia, anís, nuez moscada, azafrán, albahaca, clavo de olor, menta, vainilla, canela, comino, cúrcuma, enebro, eneldo, cardamomo, mostaza en grano o en polvo), ácidos (limón, vinagre de manzana, aceto balsámico), picantes (ají molido, pimentón dulce, curry, páprika, pimienta blanca y negra, jengibre), aliáceos (ajo, cebolla, cibulette, cebolla de verdeo), etc.
4. RETIRAR el salero de la mesa y EVITAR el uso de sal durante la elaboración de la comida (es preferible agregar solo un poco al final).
Para finalizar, las especialistas en nutrición recalcaron que “siempre menos sal, es más sabor”, es decir, que “la sal no tape el gusto de los alimentos, su diversidad y riqueza”.