Uno de los militantes de Javier Milei, el influencer Marco Palazzo, fue agredido durante la Asamblea Antifascista LGBTIQ+ que se llevó a cabo este sábado 25 de enero en el Parque Lezama, en el barrio porteño de La Boca. Sin embargo, no se trata de la primera vez que el joven está envuelto en polémica.
En esa línea, estuvo bajo la lupa cuando se conocieron posteos donde reivindicaba a nazis como Adolf Eichmann y represores como Miguel Etchecolatz, luego de participar en una de las conferencias de prensa del vocero presidencial Manuel Adorni.
En ese sentido, una de las entradas de su blog, Marco Palazzo Press, está dedicada a la “injusta condena” de Eichmann, uno de los más importantes criminales de guerra nazi, a quien calificó como una “víctima de guerra”.
En sus publicaciones, también negó la soberanía argentina sobre las Malvinas, desestimando el conflicto bélico de 1982. “Las Islas Malvinas no son argentinas. Son inglesas y se llaman Falklands Islands. Pertenecieron muy poco tiempo a la Argentina”, afirmó en un texto titulado “Las Malvinas no son argentinas”.
“Que los argentinos reclamen la soberanía de las islas es igual de absurdo como si México reivindicara al estado de Texas como su territorio, o Francia exija la soberanía de Luisiana. Me refiero, en algún momento de la historia pertenecieron a su territorio, pero es totalmente anacrónico que el estado argentino continúe demandando, luego de 189 años, la autonomía de las Falklands, que en un breve periodo le pertenecieron (…) Se pierde mucho con el reclamo de las islas. A principios del siglo XX, Argentina y Reino Unido eran fuertes aliados comerciales y ambos países crecían a niveles extraordinarios. Hoy, con esta constante disputa que emerge desde 1982, no solo nos perdemos de vender carnes, granos y otras materias primas, sino que desperdiciamos la rica pesca cerca de las Falklands y el excepcional turismo que tienen las islas. Nos perdemos de disfrutar las sierras, las planicies rocosas, las montañas erosionadas, las costas, los pingüinos, los ríos y todo el paisaje parecido al nórdico. Todo esto se podría gozar si cooperamos y consensuamos con los británicos, y dejamos nuestras diferencias de lado”, escribió en su nota.
En redes sociales también rechazó el reclamo argentino. Por ejemplo, en respuesta a un tuit de Jorge Macri donde compartía una encuesta que mostraba que los porteños querían que la Ciudad de Buenos Aires fuera bilingüe, el inlfuencer manifestó que tendrían que eliminar los carteles en el transporte público que rezan: “Las Islas Malvinas son argentinas”. “Si hacen una ciudad bilingüe tienen q sacar todos estos carteles anglófobos de los trenes y colectivos. Osea digamos, cómo vas a incentivar el uso del idioma de un país q la mayoría de los argentinos odia… Ósea digamos, nadie le dice Imperio Persa a Irán”, remarcó.
En esa misma línea, consideró a la frase “Las Malvinas son argentinas” como un “slogan de los kirchneristas”. “Este es un ejemplo más del populismo barato que sufrimos de la Campora, como poner stickers en los bondis y trenes. No resuelve nada”, comentó al citar un tuit de Casa Rosada en el marco del 192° aniversario de la ocupación ilegal británica del archipiélago. “Lo de la base naval conjunta en el pacto Milei-Generala Richardson a mitad del ‘24 fue una gran iniciativa super elogiable para enviar un mensaje tácito a los británicos y kelpers respecto al reclamo”, concluyó el militante.