Ana Gortan, de 71 años, caminaba por San Martín, en pleno centro de Ushuaia, cuando quiso cruzar la calle y una bicicleta a contramano la atropelló.
El conductor de la bicicleta, un adolescente, no fue denunciado. “No le podés estropear la vida a una criatura. Hay que educar a los padres. El papa era policía, estaba en minoridad, pero ni padre ni madre preguntaron si ya necesitaba un vaso de agua. Mis vecinos nuevos dan vergüenza ajena”, dijo Gortan por Radio Provincia.
La mujer relató que al momento del accidente, “el chico da contra mi espalda, salta sobre mí y cae para adelante. Venia otro atrás que por no caer encima nuestro choca a un auto estacionado en Braie”.
“Yo miré del lado que correspondía. Me dicen los vecinos que pasaban por la vereda dos chicos como locos en patineta y no les dijeron nada. Hay poca empatía de la gente”, consideró.
“Todavía somos un pueblo y nos conocemos mucho. Los fueguinos nacidos o no acá, somos así. No sé cuánto hace que esta gente está acá”, concluyó.