Una de las mejores iniciativas de la actual gestión fue promover la reconstrucción de la Base Petrel como nodo logístico antártico de gran magnitud. El estado de la Base era bastante complejo por el esfuerzo que debía realizarse.
El Ministerio de Defensa así lo entendió y pisó el acelerador para hacer de Petrel la 7ma Base Antártica permanente.
La Cancillería apoyó, pero abrió el juego a la evaluación ambiental de todos los países del Tratado Antártico. En este movimiento cambiaron las reglas del juego, se permitió la injerencia de más de 30 países.
El mecanismo de las evaluaciones de impacto ambiental mayores funciona exponiendo TODO lo concerniente a la construcción, uso y eventual desmantelamiento. Ampliando la información, significa que se detallan todos los planes de construcción, qué programas científicos se desarrollarán con la nueva estructura y cuáles se desarrollaban antes, si tendrá capacidad para el turismo o actividades no gubernamentales, cuáles serán los impactos ambientales acumulativos, cuáles serán las medidas de mitigación de daño ambiental y todas aquellas cuestiones que se desee que la Argentina conteste.
Como la presentación en la Reunión Consultiva de este año que se realizó en Helsinki no fue encontrada clara y satisfactoria por el total de los países, no se aprobó la evaluación ambiental general de la Base Petrel.
Esto significa que, si se sigue con el avance de obra de la Base sin respetar la opinión del Comité de Protección Ambiental, se cometería una falta que podría tener consecuencias en el futuro, pero tampoco se puede detener la obra en curso de la Base.
Como antecedente importante figura que Gran Bretaña amplió los puertos de Malvinas y Georgias del Sur junto con el muelle de la base Rothera, muy cerquita de la Base San Martín de Argentina. Esa evaluación general de impacto ambiental pasó sin ninguna demora ni observación de ninguna Delegación, inclusive la Argentina. Fue en el 2018 según los datos existentes. Queda claro que no hubo ninguna reciprocidad entre Gran Bretaña y la Argentina, aunque los nombres se repitan a pesar del cambio de gobierno.
Gran Bretaña logró ampliar sus capacidades navales para buques de gran calado en nuestro territorio usurpado y no tuvo ningún inconveniente en sus bases instaladas en el territorio fueguino, mientras que la Argentina no obtuvo lo mismo para Petrel. Argentina agradeció las observaciones y prometió revisar todo para el próximo año. Tal vez haya mejor suerte.
De todas maneras, algo consiguió la delegación. Patricia Ortúzar, directora de la Dirección Nacional del Antártico, fue elegida como Presidenta del Comité de Protección Ambiental, comité en dónde era la vicepresidenta en 2018 y representante de Argentina. Un verdadero logro.
La descoordinación entre los ministerios que tienen competencia en la Antártida es enorme y estas son las consecuencias, la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur cada vez más chica y con una antena británica en el medio.