Se dieron a conocer los datos del Observatorio de Femicidios de la Defensoría del Pueblo de la Nación tomados durante 11 meses en el país y se registraron 231 femicidios, es decir, uno cada 33 horas. Tierra del Fuego está por encima de la media nacional con 2.2 femicidios, más de una mujer asesinada cada 30 horas.

Del total registrado, se confirmó que 190 fueron femicidios directos, 22 vinculados, otros seis de personas Trans y 13 fueron suicidios feminicidas.

Esta fue la primera vez que un observatorio incluye y desarrolla el concepto de suicidios feminicidas e insiste en visibilizarlos, ya que según argumentan: “Se producen cuando se comprueba que las mujeres se quitan la vida como consecuencia de los abusos sistemáticos y la violencia de género que sufrieron”.

El promedio total recuenta cinco femicidios por semana; que en el 64% de los casos el hecho ocurrió en el hogar de la víctima o el domicilio compartido con el victimario; y en un 80% se comprobó la existencia de una relación preexistente entre la víctima y el victimario.

 “Recuerdo que por el 2015 había serios cuestionamientos de personas que decían que no puede ser, y era tan burdo que esto no se revirtió. Explicar que hay un femicidio cada 100 mil habitantes era incómodo. A la fecha, la variable no hay cambiado”, dijo Lorena Uribe, periodista con perspectiva de género, por FM Del Pueblo.

“Es lamentable tener que decir que insistimos con esta cifra, y no solo los que hacemos periodismo con perspectiva de género, esto lo saben las trabajadoras de políticas de genero del Gobierno de la provincia, y de la Secretaria de la Mujer de Rio Grande, y se estaba trabajando para obtener mayores datos para poder trabajar de manera preventiva y evitar los femicidios”, agregó.

Según Uribe, “se trata de una cuestión de fondo, estructural, debe mirarse hacia atrás y proyectar políticas públicas para prevenir. El gobierno de la provincia también sabe de estos números, y hasta ahora no se ha dado con un trabajo adecuado para poder prevenirlos”.

En cuanto a los medios de comunicación, la perspectiva de género tampoco es la mejor. “El trabajo con los medios deja bastante que desear, en algunos medios se trabaja como hace 30 años atrás. No es el mejor escenario el que tenemos”, concluyó la periodista.