El secretario general de la UOCRA, Julio Ramírez, expresó su entusiasmo por la reactivación de la obra pública y los anuncios de inversiones, en particular del yacimiento Fénix, previendo que los trabajos comenzarán en 2023. Estimó que con las obras que se ponen en marcha en enero más las actuales, la ocupación de trabajadores de la construcción va a llegar a cifras récord e incluso va a faltar mano de obra. Elogió el plan de obra pública del municipio de Río Grande, que supera en porcentaje ampliamente al sector privado, a diferencia de Ushuaia. Dio cuenta de inspecciones frecuentes que debe hacer en la capital fueguina porque “hacen política con las obras” y cuando van la gente no tiene la ropa adecuada o no cobran en tiempo y forma. “Esto no pasa en Río Grande ni en Tolhuin”, comparó.
El secretario general de la UOCRA, Julio Ramírez, aseguró por Radio Universidad 93.5 y Provincia 23 que hay una importante reactivación de la obra pública y adelantó pleno empleo para la temporada.
“Los compañeros están ingresando a trabajar en las empresas, que empezaron con las actividades en las obras que ya estaban licitadas. Empezaron con las 54 viviendas en Río Grande que tienen cuatro empresas y están trabajando a full, se reactivó el gimnasio de María Auxiliadora y creo que lo van a terminar dentro de poco; y de parte del municipio dentro de poco se comienza con la pileta olímpica. Tenemos el muro costanero donde se está trabajando a full, se empezó a asfaltar la doble Santa Fe y se está abriendo la avenida San Martín. El microestadio avanza lento, pero avanza, y en algún momento lo van a terminar. No le falta mucho y a medida que van cobrando siguen trabajando. Si la empresa no cobra, se hace todo más lento. El problema que hay con algunas empresas es por las redeterminaciones. Son obras que fueron licitadas en enero y se empiezan ahora. Con la inflación que hubo, las empresas necesitan cobrar las redeterminaciones para poder trabajar y pagarle a la gente. Hay algunas obras que van a empezar, pero no tienen anticipo financiero”, observó.
“Hay un sistema nuevo que creo que puede andar -con el depósito directo de las obras financiadas por la nación a las cuentas de las empresas-, porque la plata pasa por varios lugares y lleva tiempo. Hay obras que desde Buenos Aires querían que empezaran en julio, pero parece que no saben cómo es el invierno acá y que hay veda invernal. Después les cobran multa porque no terminan en tiempo y forma”, cuestionó.
“La planta de la margen sur va bien y están trabajando, dentro de poco se puede llegar a terminar. Lo importante es que esta temporada empezaron todas las obras y están tomando gente, algo que no pasaba antes. Tenemos la gente de la bolsa de trabajo para los que necesitan y creo que vamos a andar bien esta temporada. Ya tenemos 400 compañeros incorporados en Río Grande y es una cantidad muy buena”, dijo.
“En Ushuaia tenemos muchas obras particulares, se licitó otra parte del hospital y están haciendo viviendas, además del puerto donde tenemos 50 compañeros. Ahora van a hacer un oleoducto por la calle Alem y va a empezar esta temporada, así que va a haber bastante trabajo”, señaló.
“En Tolhuin hay que hacer una planta y están haciendo asfalto desde la empresa Dos Arroyos, así que también vamos a tener trabajo. También la empresa ganó la licitación de la ruta, en una UTE con otra empresa. Hoy debe tener unos 70 u 80 trabajadores en Tolhuin y Río Grande”, estimó.
Destacó que “el municipio va viento en popa, el intendente Martín Pérez está haciendo obras muy importantes que tienen mucha gente, hay mucho asfalto y me parece bárbaro, porque va a asfaltar toda Chacra XI. La municipalidad de Río Grande anda muy bien. En Ushuaia no sé. Se dedican más a hacer política con las obras y a mí no me gusta. Yo quiero que hagan obras y que la gente vaya a trabajar. La política que la hagan en la oficina de ellos, no en las obras. Cuando tengo que hacer una inspección en Ushuaia, voy y, si veo que algo está mal, hago la denuncia al Ministerio de Trabajo para que cumplan como debe ser. Está medianamente bien y hay que seguirlos, porque si no, sacan los pies del plato. Si uno los deja, no les dan la ropa a la gente, algunos no cobran en tiempo y forma, y eso no pasa en Río Grande, donde no tengo ninguna queja, tampoco en Tolhuin donde no hay ningún problema”, contrastó.