El Gobierno finalmente oficializó este lunes que los familiares y cónyuges de empleados estatales ya no podrán acceder a cargos públicos. El DNU 959/2024 establece que “no se admitirá ningún privilegio, ventaja o beneficio sustentado en los vínculos hereditarios, cualquiera sea la modalidad de contratación” para ocupar puestos en los distintos organismos del Estado. La medida está fundamentada en “principios de igualdad y transparencia”, dice el decreto, “a partir de los cuales se busca lograr una gestión más eficaz”. En los argumentos hasta figura una cita de Juan Bautista Alberdi sobre la necesidad de que no haya “prerrogativas de sangre ni de nacimiento” en la administración pública. Pero no hay una sóla línea en toda la norma que aclare qué pasará con los casos de nepotismo ya consumados ni con el nutrido plantel de hermanos, parejas, tesoreros y hasta abogados personales que los principales funcionarios libertarios designaron a dedo desde el 10 de diciembre hasta ahora, a contramano del discurso “anti-casta”.
Ese listado tiene nombres pesados y en primer lugar aparece la secretaria general de la presidencia Karina Milei. El decreto 12/2023, que eliminó la prohibición de que familiares directos puedan ser designados en el gabinete, habilitó a la hermana del Presidente a asumir el cargo e inauguró la saga de nepotismo libertario, que siguió con casos en casi todos los ministerios, algunos con escándalo incluido.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, le consiguió a su hermano Francisco una “changa” millonaria en el Ministerio de Defensa que conduce Luis Petri. Martín Menem colocó a su sobrino, Federico Sharif, con rango de director en la Cámara de Diputados, que preside. El propio Javier Milei designó a su abogado y amigo personal, Diego Spagnuolo, al frente de Agencia Nacional de Discapacidad, pese a que no tiene ni estudios ni experiencia de gestión en la materia, y que para las organizaciones del sector era un total desconocido antes del 10 de diciembre. Patricia Bullrich no se quedó atrás y nombró a Silvia Turetzky, la tesorera de su centro de estudios –investigado por la IGJ por desvío de fondos para la campaña– muy cerca suyo, en el Ministerio de Seguridad.
Entre la ley y el Martín Fierro, Javier Milei escoge lo segundo. No tanto por ser un fanático del libro de José Hernandez sino por mantener la normativa primera: los hermanos sean unidos. Así fue como, al asumir como jefe de Estado, modificó el decreto 93/2018 que intentaba ponerle cierto freno al nepotismo y así nombrar a su hermana Karina como la Secretaria General de Presidencia. Eran tiempos en los que el Gobierno de Milei bajaba su bandera de lucha contra “la casta”.
Esa modificación abrió un vendaval de familiares en el Gobierno nacional. En especial, hermanos. Lo puede atestiguar Manuel Adorni, quien además de sonreír, mes a mes, cuando a su homebanking le llega una remuneración de más de cuatro millones de pesos por su labor como vocero presidencial, también se pone contento porque la persona con la que comparte el 50 por ciento de su ADN también mantiene su empleo. Oh casualidad, en la administración pública.
Es que tal como contó este diario, el Estado abona los trabajos del contador Francisco -hermano del vocero- quien fue designado como “asesor” del ministerio de Defensa que comanda Luis Petri. Su nombramiento causó revuelo, en parte porque la justificación de su contratación fue escasa: entre los supuestos fundamentos de la elección solo dice que es “necesario” “en virtud de específicas razones de servicio de este Ministerio”.
Francisco cobra el total de 5.000 unidades retributivas que, según el convenio colectivo de trabajo de la administración pública, es de 683,55 pesos. El total es simple: un salario de 3.419.250 pesos. Y mientras Manuel disfruta de ampliar su imperio estatal con más de 100 designaciones en su Secretaría de Comunicación y Medios, su hermano Francisco pidió al Consejo de la Magistratura bonerense donde es planta permanente desde 2003, que pueda regresar a su antiguo empleo en caso que quiera dar marcha atrás en Defensa.
Si el decreto que ahora sale a promocionar Federico Sturzenegger se hubiera firmado a principio de año, quizás otras parejas de hermanos no gozarían las mieles de la “casta”. Porque Sebastián Pareja, armador libertario en la Provincia de Buenos Aires y director del desfinanciado Fondo de Integración Socio Urbana, contó con el privilegio que ni Javier Milei, ni el ministro de Desregulación ni cualquier otro funcionario puso el grito en el cielo cuando su hermana María Eugenia fue nombrada coordinadora de Gestión de Medios de la Secretaría que comanda Adorni.
La misma suerte corrió para los Irazabal Murphy, un clan cercano a Santiago Caputo. María, en la Secretaría de Planeamiento Estratégico Normativo fue una pieza clave para articular la Ley Bases, aquella que le da luz verde a Milei para la privatización de empresas públicas. El otro Irazabal Murphy, Santiago, está -nada menos- que en la Secretaría de Transporte.
Un último caso que escapó los flahses es el del apellido Pinedo. Federico, exdirigente del PRO, selló un amplísimo arco narrativo al pasar de ser desarrollista a designado por los Milei como embajador frente al G-20. Tuvo la suerte de que en el medio, el Gobierno nacional designe a su hermano Enrique en la Subsecretaría de Evaluación Presupuestaria.
El poder que acumula Karina Milei no es ninguna novedad. La Secretaria de Presidencia divide sus horas entre la función pública y el armado de La Libertad Avanza como un partido nacional con la mira en las elecciones de 2025. Para delegar, la extarotista eligió como hombre de confianza a Eduardo “Lule” Menem, ex senador, que está a cargo de la rosca con distintos factores de poder bajo el cargo de subsecretario de Gestión Institucional.
Pero el apellido Menem rebota en casi todas las dependencias del Estado argentino. Al frente de la Cámara de Diputados está nada menos que el sobrino de Lule, Martín Menem, que no solo no duda en hacer campaña para ser el nuevo gobernador de La Rioja sino que tampoco pareció titubear cuando tuvo que explicar la designación del Sharif Menem, de solo 22 años, como Director General de la Secretaría Presidencial de la Cámara Baja: “No es mi sobrino directo, sino un sobrino segundo”, dijo.
Por su labor, el jovencito Sharif cobra más de dos millones de pesos por mes.
La lista sigue: Amado Omar Menem fue puesto al frente de la delegación del Pami, Amalia Menem, hermana de Lule, está como planta permanente del Congreso, y recientemente sumaron acciones en la Aduana, con el nombramiento de Jorge Horacio Menem -primo de Eduardo- como nuevo director de Reingeniería de Procesos Aduaneros de la Dirección General de Aduanas, en reemplazo de Maximiliano Miguel Luengo. Por su parte, Eduardo Menem, hermano de Carlos, fue beneficiado por la Corte con una jubilación de privilegio tras su paso en el Senado nacional.
Y, como si fuera poco, La Libertad Avanza promovió este lunes un espacio de jóvenes para ganar terreno en Buenos Aires. La agrupación se llama “la Carlos Menem”.
La normativa 959/2024 se limita exclusivamente a regular los ingresos de la Poder Ejecutivo nacional. El Congreso respira aliviado y el bloque de La Libertad Avanza, mucho más. Porque si las bancas se consiguen por votos, en las asesorías y otros cargos pesa (y mucho) el apellido.
El caso más resonante fue la de Vilma Bedia, una pastora evangelista que llegó al Senado por un acuerdo con Milei. Y una vez que tuvo su banca ubicó a sus tres hijos, al menos un hermano, una sobrina y hasta una cuñada. Eso sí, para que no salte la ficha contó con el apoyo de otros senadores del bloque, que contrataron como asesores suyos a parte del clan Bedia, a cambio, claro está, de que se devuelva el favor con nombrar familiares suyos.
El escándalo estalló a fines de marzo y hasta debió intervenir Victoria Villarruel quien dijo que no iba a dar la venia a ningún tipo de nepotismo. Por suerte para Bedia las palabras de la vicepresidenta se las llevó el viento porque después de depurar a algunos familiares, siguen figurando como asesores suyos uno de sus hijos (José Jair Mamani) y Daiana Ester Llanes, sobrina suya. Pero Bedia no fue la única. Durante unos meses, Ezequiel Atauche nombró como asesor a su hermano Pedro Patricio en la planta transitoria de la Cámara Alta. “Es su persona de confianza, es abogado y maneja muchas de las cuestiones del despacho”, justificaban. Una de dos: o mucha confianza no había o los hermanos Atauche siguen trabajando en las sombras, porque ya no figura como asesor A1.
El que sí mantiene a un familiar como empleado es el diputado libertario César Treffinger. Entre sus filas tiene nada menos que a su hijo Juan Valentín, que no supera los 22 años de edad.
Uno de los más renombrados al inicio de la gestión libertaria fue el de Diego Spagnuolo, abogado personal de Milei, que fue designado al frente de ANDIS sin otro antecedente más que haber acompañado como asesor a Carlos Kambourian —procesado por malversación de fondos públicos del Hospital Garraham— en la secretaría de Salud del municipio de Pilar durante la intencia de Carlos Ducoté. Spagnuolo es el encargado de ejecutar el ajuste de más de 200 mil pensiones por discapacidad aputado para el año próximo según reconoce el Gobierno en el presupuesto 2025.
La IGJ decretó en abril de 2023, antes de la campaña presidencial, la intervención del Instituto de Estudios Estratégicos en Seguridad (IEES), una suerte de Think Tank y base de maniobras financieras de Patricia Bullrich. Se habían detectado una serie de “irregularidades” en el manejo de fondos. Quien puso la firma por los ingresos y egresos de dineroa través de cenas, eventos y seminarios que financiaron a la actual ministra fue la tesorera de la fundación, Silvia Turetzky. Hoy es funcionaria pública en ese mismo ministerio y cobra por encima de los tres millones de pesos.
María Belén Casas, es funcionaria del equipo del “Galleguito” Alejandro Álvarez, subsecretario de Políticas Universitarias. Es, ademñas, la novia de Daniel Parisini, más conocido como el Gordo Dan, uno de los comandantes de la patrulla virtual parapolicial del Gobierno, a cargo de atacar tanto a propios como a opositores.
Diego Sucalesca es humorista, actor y periodista, y desde julio es también el titular de la Agencia Nacional de Inversiones. En su CV figura una condición extraordinaria para ocupar ese cargo: fue protagonista de la obra “El consultorio de Milei”. Karina Milei lo había designado al frente de la Marca País y luego consiguió un ascenso en la agencia que pasó de Cancillería a Secretaría General de Presidencia.