En una reciente publicación en la revista científica Biological Conservation, investigadores del CONICET y profesores de distintas Universidades Nacionales de todo el país cuestionaron la nueva postura del gobierno argentino respecto a la Agenda 2030. Según el análisis realizado por los científicos, la posición del presidente Javier Milei “socava el ambiente, la sostenibilidad y el bienestar humano”. Entre los autores principales figuran profesores del Instituto de Ciencias Polares, Ambiente y Recursos Naturales (ICPA) de la Universidad Nacional de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur (UNTDF).

El documento afirma que “desde el inicio de su mandato, el gobierno de Milei ha adoptado una postura geopolítica controvertida, no solo provocando rupturas diplomáticas con insultos personales a distintos jefes de estado mientras viaja para asistir eventos sociales y políticos con figuras de la extrema derecha, sino también negando la evidencia científica del cambio climático. Recientemente ante la Asamblea General de las Naciones Unidas rechazó el Pacto por el Futuro y la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, aprobada por 193 países en 2015, incluyendo Argentina, diciendo que es una iniciativa de “corte socialista”. Luego, exhortó a la diplomacia de carrera de Argentina a alinearse con su visión o “dar un paso al costado”.”

Cabe recordar que la Agenda 2030 y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) busca lo mejor para ‘la gente, el planeta y la prosperidad’ través de 17 objetivos y 169 metas. Ha sido respaldada por casi todos los países del mundo, salvo un pequeño grupo incluyendo Rusia, Nicaragua, Irán, Siria y Corea del Norte. En este sentido, el docente investigador del ICPA/UNTDF, Dr. Alejandro Valenzuela, también autor del trabajo y científico del CONICET, destacó: “El rechazo a la Agenda 2030 podría aislar al país y reducir su acceso a fondos internacionales cruciales para inversiones en infraestructura resiliente y políticas de conservación y adaptación climática, así como a capacitaciones y apoyo para políticas que aborden la crisis social y ambiental en Argentina. En esencia, nos alejamos de una visión integradora de desarrollo que busca incluir a las poblaciones marginadas, reducir la pobreza y asegurar que las futuras generaciones puedan disfrutar de los sistemas naturales que sustentan nuestras vidas”.

Por su parte, el Dr. Christopher Anderson, docente investigador del ICPA/UNTDF y del CADIC-CONICET, enfatizó la necesidad de una aproximación integral que conecte la conservación ambiental con el bienestar humano. Anderson señala que es crucial incorporar perspectivas científicas y sociales, incluyendo a comunidades locales y pueblos originarios, para abordar las crisis ambientales y sociales de manera efectiva. Además, los factores que provocan las distintas ‘crisis’ como la pérdida de especies, el cambio climático, la contaminación, la inequidad o la pobreza suelen tener múltiples escalas y es esencial que tengamos una visión no solo local o nacional sino global. En este sentido, es relevante mencionar que no solo la Nación aprobó la Agenda 2030 y los ODS en 2015, sino que también la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur adhirió en el año 2016.

En su artículo, los autores también subrayan con su evaluación de los ODS que es un marco general que lejos de ser una imposición internacional, como ha dicho el presidente, constituye una expresión de los valores compartidos entre distintos gobiernos y actores sociales, tejido por muchos años en procesos democráticos bajo el alero de la ONU. Por lo tanto, permite distintas voces participar y generar indicadores y estándares de progreso entre los niveles local, nacional e internacional.

Por su parte, el quehacer académico y ético de los profesores del ICPA en este trabajo reafirma el compromiso de la UNTDF como universidad pública vinculada con el territorio, lo cual pone a disposición sus capacidades y conocimiento para lograr la sostenibilidad ambiental y el desarrollo equitativo y justo a través una perspectiva inclusiva que integra lo ecológico, lo económico y lo social.

Para finalizar, la publicación hace un llamado para que Argentina mantenga su adhesión a la Agenda 2030, promoviendo políticas que beneficien tanto al ambiente como a la sociedad.