Desde hace unos días, las redes sociales se revolucionaron con videos de nuevos “visitantes” en los barrios de la ciudad: lechuzas y búhos se posean en las ventanas y los patios de los hogares.

“Los que somos los nuevos visitantes somos nosotros, ellos estuvieron siempre ahí. Es algo que llama la atención, pero no es algo nuevo”, dijo Ulises Balza, científico del CONICET, por FM Del Pueblo.

En los videos se pueden ver a lechuzas en las escaleras de los edificios y en caminos poco transitados por los vecinos, como la zona de estepa de Río Grande, o la zona del BIM.

Se trata de aves que son un buen indicador de zonas donde hay una buena cantidad de roedores, su alimento preferido. En general están todo el año, pero se mueven dependiendo de la cantidad de alimento disponible.

Entre los que se dejan ver en la ciudad están la lechuza blanca, denominada Lechuza de Campanario, que está en todo el mundo, así como el Tucúquere, uno de los búhos más grandes de América, que es el más difícil de ver porque se camufla con el pasto. Más al sur está el Caburé, del tamaño de un zorzal, que come muchos insectos, pero prefiere los roedores.