Durante la presentación del Presupuesto 2025, Milei instó a los gobernadores a cumplir con el compromiso de reducir el gasto consolidado. «Para lograrlo, es necesario que las provincias realicen un ajuste adicional de 60.000 millones de dólares», expresó el presidente a los mandatarios provinciales, subrayando la importancia de revisar las finanzas públicas para controlar la inflación y reducir impuestos.  

«Ya hemos cumplido nuestra parte, ahora les toca a ustedes», añadió. El presidente destacó que los ciudadanos «entenderán que cada peso que las provincias dejen de gastar podría traducirse en una reducción de ingresos brutos u otras tasas». Dirigiéndose nuevamente a los gobernadores, Milei dijo: «Si cumplen con este mandato, los argentinos lo agradecerán». 

El máximo mandatario también advirtió que «continuar con las prácticas habituales no será efectivo». Señaló que los argentinos no aceptarán que, cuando el Estado nacional reduzca impuestos, las provincias aumenten los suyos. «Los ciudadanos están cansados de las maniobras políticas», enfatizó. 

En su discurso, Milei describió el momento actual como «un punto de inflexión» en la historia del país y pidió a los líderes provinciales que «no subestimen» la situación. Recordó que su entrada en la política no era para «guiar corderos», sino para «despertar leones», afirmando que los «leones» ya han despertado. 

El presidente sorprendió al presentar el Presupuesto personalmente ante el Congreso, una tarea que suele recaer en el ministro de Economía. Explicó su decisión diciendo: «Lo hice por dos razones: porque soy economista y estoy orgulloso de ello». 

Milei destacó que el Presupuesto «no es una ley cualquiera», sino la «ley de leyes», con un enfoque en alcanzar el déficit cero y frenar el «gasto compulsivo» de los gobiernos. «Hoy estamos aquí para presentar un Presupuesto que cambiará la historia de nuestro país y restaurará la grandeza de Argentina», afirmó. Agregó que el presupuesto «blindará el equilibrio fiscal, sin importar las condiciones económicas». 

Para el próximo año, el gobierno proyecta un crecimiento económico del 5%, una inflación desacelerada al 18,3%, y un tipo de cambio oficial de 1.207 pesos por dólar en diciembre. Además, anticipa un superávit primario del 1,3% del PIB y un equilibrio en el resultado financiero del Tesoro. Estos son los principales indicadores económicos incluidos en el proyecto de presupuesto enviado al Congreso.