El intendente de Tolhuin Daniel Harrington, vetó una ordenanza impulsada por el Concejo Deliberante que permitía la subdivisión y venta de terrenos sin la debida supervisión municipal y sin factibilidad de servicios básicos. La medida no contemplaba las regulaciones necesarias para un desarrollo urbano ordenado, “priorizando intereses particulares por encima del bienestar de la comunidad”, confirmaron desde el municipio.

En detalle, se observó que la ordenanza 660, impulsada por los concejales, pretendía modificar el código de ordenamiento territorial para facilitar la subdivisión de terrenos, sin tener en cuenta la disponibilidad de servicios como agua, energía y cloacas. Sumado a eso, el Concejo Deliberante pretendía habilitar las subdivisiones sin estudios técnicos previos.

La avanzada no se consultó ni a los entes responsables de los servicios, ni al Colegio de Agrimensores, ni a las áreas técnicas municipales, poniendo en riesgo la calidad de vida de los habitantes y la inversión privada en la ciudad. En su artículo 6°, la ordenanza de 2019 desaconseja la subdivisión de tierras adjudicadas originalmente para proyectos turísticos, promoviendo un control estricto y el apoyo a actividades que impulsen el crecimiento productivo.