La ciudad de Río Grande enfrenta una crisis derivada de la paralización de obras públicas, una situación que afecta negativamente no solo al desarrollo urbano, sino también a la generación de empleo y a la calidad de vida de sus habitantes. Esta problemática se extiende a diversas localidades del país y tiene su origen en la decisión del Gobierno Nacional de cortar el financiamiento a los proyectos de obra pública que estaban en marcha.
Actualmente, en Río Grande, hay diez obras gestionadas por el municipio que se encuentran interrumpidas, cada una con distintos niveles de avance. Entre las obras más destacadas que han sido detenidas se encuentran el Natatorio Olímpico, el Mercado Municipal y el entubado del canal Islas Malvinas. Esta última es una obra ambiental de gran relevancia, ya que beneficiaría a 40.000 vecinos de distintos barrios.
El intendente de Río Grande, Martín Perez, expresó su preocupación por las consecuencias de esta paralización: “No solo afecta al desarrollo urbano, sino que principalmente preocupante es la pérdida de empleo y el deterioro sobre la calidad de vida de nuestros vecinos”.
Desde el Municipio plantean que se ha intentado recibir información ante Nación sobre la situación y buscar soluciones: “Estamos insistiendo todas las semanas ante distintos funcionarios nacionales sobre esta problemática que afecta a nuestra ciudad, y seguiremos haciéndolo”, sostiene Perez.
Dada la magnitud de estas obras de infraestructura y los recursos necesarios, es fundamental el respaldo del Estado Nacional para su conclusión. Sin este apoyo financiero, es complejo llevar a cabo estos proyectos que son vitales para el progreso de la ciudad.
De igual modo, Perez menciona que “no nos vamos a quedar de brazos cruzados, vamos a hacer todo el esfuerzo posible para avanzar con fondos propios en la medida que nuestras posibilidades nos lo permitan en aquellas obras más prioritarias”. (El DiarioAR)