El juicio oral por el crimen de Marianela Rago Zapata, la joven hallada degollada y con 23 apuñaladas en el departamento del barrio porteño de Balvanera que alquilaba en junio de 2010, continuará este lunes con las declaraciones del médico forense que realizó la autopsia, un perito de parte y un criminólogo, informaron este domingo fuentes judiciales.

En tanto, la familia de la joven estudiante difundió una carta en la que reiteraron su pedido de justicia y en la que pidieron que el único acusado del crimen, su expareja Francisco Amador (36), “pague y sea condenado”.

En la segunda jornada del debate oral declaran como testigos el médico forense Héctor Di Salvo, quien realizó la operación de autopsia de Marianela.

Di Salvo es tanatólogo perteneciente a la Corte Suprema de Justicia de la Nación, quien realizó distintas autopsias como la del fiscal Alberto Nisman, entre otras.

Además de Di Salvo, también declararan ante los jueces Hugo Navarro, Juan María Ramos Padilla y Rodolfo Goerner el médico legista de parte Juan José Fenoglio y el criminólogo Raúl Torre.

El TOC 29 tiene previsto que el lunes 27 de noviembre sea la primera jornada de alegatos a cargo del fiscal de juicio Sandro Abraldes y de la querella, integrada por los letrados Esteban Galli y María de la Paz Herrera, del Programa de Asistencia y Patrocinio Jurídico a Víctimas de Delito de la Defensoría General de la Nación, a cargo de Pablo Rovatti.

Previo a una nueva audiencia, la familia de la joven hallada degollada y con 23 puñaladas en su departamento del barrio porteño de Balvanera en junio de 2010, hizo pública una carta en la que reiteró su pedido de justicia.

“Detallar en estas líneas cómo fueron estos años para nuestra familia es desgarrador, tristísimo e inexplicable. Para nosotros, los padres, es antinatural sepultar a nuestros hijos, no hay lógica, ni razón alguna para esto. No tiene nombre”, señalaron en la misiva.

En sus declaraciones como testigos en el debate, los padres y el hermano de Rago Zapata describieron a Amador como “violento, quien la maltrataba y pegaba” a Marianela, a quien había conocido cuando era preceptor en su colegio en Río Grande, Tierra del Fuego.

“Esto lo contamos con toda la verdad sobre nuestras espaldas, recordando charlas, conversaciones y cómo Marianela detallaba el trato de Amador hacia ella, incluso después de haber finalizado su noviazgo”, indicaron.

Por su parte, su hermano Matías escribió: “Me cuesta mucho recordarte con felicidad, sin que se me caiga una lágrima al pronunciar tu nombre. Me entristece cada vez que pienso en vos, porque el tiempo no cura nada, solo nos enseña a vivir con el dolor de que ya no estás con nosotros”.