MZL Deportes.- Con condiciones extremas y la pasión a flor de piel, la 48° edición del Gran Premio de la Hermandad hizo vibrar a la Tierra del Fuego. El chileno Jacob Masle se quedó con la general, “Nacho” Pavlov con la D, Carletti triunfó en la E, Vojnovic en la F mientras que Zanetti y “Manolito” González abrocharon la Challenger definitiva.
Esencia pura. Dureza. Resistencia. Si alguna vez se ha escuchado decir a los antiguos aventureros del Gran Premio de la Hermandad que “carreras eran las de antes”, este fin de semana la Tierra del Fuego argentino-chilena han vivido una 48° edición que todos recordarán por sus condiciones.
Con lluvia permanente desde el jueves por la tarde en Rio Grande, sumando el frío y la nieve imperante en los sectores chilenos, realmente se ha llevado al límite a cada una de las tripulaciones que intentaron unir los dos países hermanos.
El viernes todo se inició con el clasificatorio donde se debió modificar el orden de largada debido al estado del piso, muy blando para poder mantener la premisa de que los más veloces partan adelante en la primera etapa.
Vladimiro Márquez (G) con el Honda Civic fue el más veloz de todos logrando la pole position para abrir camino en la jornada sabatina rumbo a Porvenir.
Con las mismas condiciones de lluvia se mantuvo el panorama, abriendo la acción con la incertidumbre del estado del piso a partir del paso de los autos, sobre todo en la trepada de la Arcillosa. Y ese miedo se concretó, dejando el tendal de máquinas atascadas en la subida, quedando a merced de la buena voluntad del público para sortear las dificultades del GPH.
En lo que tiene que ver a la punta, Jacob Masle inició con problemas en los kilómetros iniciales, pero después apretó al máximo para llegar como puntero en el camino al Club de Huasos teniendo en cuenta los retrasos de su hermano Christobal, el propio Marquez y Luis Mladinic, que aparecían como sus principales contendientes a la victoria.
No obstante, el “Bagual” Sandro Vojnovic apareció en escena como el gran rival a vencer con una etapa casi impecable, rememorando sus mejores tiempos al comando del Honda Civic. Llegó a la meta apenas un minuto detrás de Masle en tiempo neto, dejando abierta la carrera para el segundo día.
En los otros segmentos, el gran destacado era Ignacio Pavlov junto a su hermano Emilio, dominando desde el comienzo la D en una pelea sin cuartel con Lucas Garro, Patricio Suarez y Esteban Stork, saliendo beneficiado por el abandono de estos. Matías Finocchio apareció para escalar a la segunda ubicación con su andar sólido, algo que no es para sorprenderse ni mucho menos.
El chileno Diego Aguilar arribó a Porvenir como el puntero de la E por escasa diferencia delante de Facundo Carletti, en tanto que Daniel Preto se quedó con las ganas de luchar por el triunfo tempranamente en el sector argentino.
El ushuaiense Rubén Marchan sorprendía con una etapa casi perfecta para adelantar a Renzo Vojnovic en la F donde Mariano Chebel penaba por fallas en su planta impulsora tras ir ganando mientras que Felipe Barrientos (B) y Damián Alvarado (CI) triunfaban en los otros segmentos.
Párrafo aparte para Manolito González (A) y Hernán Zanetti (C) quienes iban por la Challenger definitiva y sellaban una jornada inicial a la altura de las expectativas.
Siempre hay una primera vez
La segunda etapa del Gran Premio tuvo golpes de escena antes de superar el Cordón Baquedano ya que Diego Aguilar, el líder de la E, sufrió la rotura de su motor quedando sin opciones y pasando a la punta Facundo Carletti, seguido muy de cerca por la sorpresa Danilo Guic.
Mientras tanto, en la punta, nada cambiaba. Jacob Masle encabezaba la fila india y el retraso de su hermano Christobal le daba tranquilidad, aunque Sandro Vojnovic lo traía cortito sin darle mucho espacio para relajarse. Entrando a suelo argentino y ya con la llegada en la mira, Masle sufría problemas en el embrague y escape de su máquina, pero nada impedía su triunfo.
De esta manera, Jacob Masle junto a Matías Villarroel se convertían en los flamantes ganadores del Gran Premio de la Hermandad. La diferencia era de 1 minuto y medio, pero un recargo por superar la velocidad permitida en los tramos controlados, dejó la brecha final con Vojnovic en solo 29 segundos, detalle que servirá para los registros históricos.
Y como la de Jacob Masle, también hubo varios que celebraron por primera vez. Nacho Pavlov junto a su hermano Emilio cumplieron lo planificado y también plantearon un ritmo sólido en todo sentido para el regreso a la Argentina, cuidando la máquina sin perder ritmo para colocar su apellido en la historia, 25 años después del último triunfo de su padre Norberto.
Otro histórico, apellido emblema, es el de Facundo Carletti, bautizado después de quedar como líder y apretar todo lo que le permitió el Renault sabiendo que Guic lo perseguía tratando de darle caza y arrebatarle su primera victoria. Fueron poco más de dos minutos los que separaron a ambos a la llegada final. Carletti, siempre Carletti.
Los otros que se bautizaron son Martin Iriburo y Felipe Barrientos. El “Colo” se valió del gran retraso de Damián Alvarado para tomar la posta en la C Inyeccion y volar hacia la victoria con buena ventaja sobre sus escoltas, en tanto que el trasandino lideró desde la primera etapa con el Lada Samara y no titubeó en ningún momento sin contrincantes claros a la vista.
Por último, los dos que iban por la Challenger lo consiguieron. Hernán Zanetti dominó a placer la categoría C volando bajito como en sus mejores épocas mientras que Manolito González disfrutó de conquistar la quinta alternada en la despedida de la A del GPH.