Mientras el hemisferio norte sufre una ola de calor récord y en el sur se vive el invierno más cálido del que se tenga memoria, en la Antártida se desprendió una cantidad de hielo marino equivalente al tamaño de Argentina.
Es un fenómeno que mantiene desconcertados a los especialistas. Sucede que, el hielo marino antártico, que normalmente se reduce a sus niveles más bajos a fines de febrero y se reconstruye durante el invierno, no ha vuelto a los niveles esperados este año. De hecho, se encuentra en su nivel más bajo para esta época del año desde que comenzaron los registros hace 45 años.
El hielo está alrededor de 1,6 millones de kilómetros cuadrados por debajo del récord anterior de invierno establecido en 2022, según datos del Centro Nacional de Datos de Hielo y Nieve (NSIDC, por sus siglas en inglés).