Un espectáculo pocas veces visto sorprendió en la madrugada de este martes a habitantes y científicos de la base antártica argentina Belgrano II: una aurora austral coloreó de distintas tonalidades de verde el cielo de la región. El fenómeno fue compartido en las redes sociales del Ministerio de Defensa de la Nación.
Las auroras se forman en los polos del planeta, tanto en el hemisferio norte como en el hemisferio sur, y varían sus nombres de acuerdo a la ubicación. Las auroras australes, que se pueden ver en Argentina, Australia y Nueva Zelanda, reciben este nombre porque austral significa “del hemisferio sur”.
Las auroras boreales, en cambio, se pueden contemplar en el hemisferio norte y por eso se denominan de este modo, dado que boreal significa “del norte”.
Ambos fenómenos son causados por partículas cargadas, principalmente electrones, que son emitidas por el Sol y se dirigen hacia la Tierra. Cuando interactúan con el campo magnético de la Tierra, chocan con átomos y moléculas en la atmósfera terrestre, como oxígeno y el nitrógeno,y estas explosiones generan la emisión de luz en diferentes colores.
“Las partículas de la tormenta solar son derivadas hacia el norte o hacia el sur dado las características del campo magnético de la Tierra. Las auroras boreales o australes pueden suceder durante el día o la noche, pero se ven durante la noche porque tienen una luminosidad tenue y se reflejan mejor en la oscuridad”, explicó a Télam Bernardo Eylenstein, ingeniero especialista en clima espacial, investigador del Observatorio de La Plata y parte del equipo que estudia observaciones magnéticas del Observatorio de Trelew.