En los últimos días se conocieron casos relacionados con la violencia de género, primero, con el femicidio de la médica de Tolhuin, María Alejandra Accetti, luego con la renuncia de la Subsecretaria de Políticas de Género, Noelia Laffitte, todo en medio de dos denuncias de violencia de género supuestamente acontecidas dentro del IPV.

En este contexto, desde la Colectiva Feminista de Río Grande, implementaron diversas manifestaciones, sobre todo para que se acelere el esclarecimiento del crimen de Tolhuin, respecto del cual se encuentran a la espera de la resolución de la justicia, que llegaría este fin de semana, y por la que se encuentra detenido el único sospechoso y ex pareja de Acetti, José Cortés Toranzo.

 “En torno a lo que no sucede en las instituciones, hay un debate en los pocos avances en materia de género, es un Estado que se maneja con doble discursos, por un lado, asegura que se destinan fondos a la cuestión de género, que se tienen en cuenta a las femineidades a las disidencias, con un gabinete que está conformado por un 50% de mujeres, pero sin embargo, a la hora de dar soluciones a quienes lo necesitan, entendemos que no se están dando las respuestas ni del gobierno de la provincia ni de los municipios”, dijo Lorena Uribe, periodista e integrante de la colectiva feminista de Río Grande, por FM Del Pueblo.

Y se refirió a la sobrecarga que este tipo de organizaciones tienen, frente a un Estado casi ausente: “Los colectivos trabajan en pos de los derechos de las mujeres, hay una sobre exigencia sobre nosotras cuando es el Estado el que tiene que dar estas respuestas. Se trabaja ad honorem, cada una de nosotras pone el cuerpo y lo hace porque estamos convencidas de que se puede vivir mejor, las mujeres tenemos que poder vivir tranquilas, salir de situaciones de violencia2.

“La renuncia de Lafitte para las integrantes de la colectiva nos dolió mucho, Noelia es militante feminista y no partidaria, porque trabajamos en pos de las mujeres, fue lamentable la partida de Noelia, para poder darle celeridad a cuestiones que no pueden esperar. Las compañeras de políticas de género no tenían espacio físico para trabajar, recién ayer les avisaron que podían ubicarse en la calle Elcano, todas estas situaciones repercuten en personas que están en situación de vulnerabilidad”, aseguró Uribe.

“También se dieron a conocer las situaciones dentro del IPV, denunciadas en el ministerio de trabajo y en la justicia, se agotaron las instancias y las dos mujeres no tuvieron respuestas. Hay una doble moral en lo que tiene que ver con género y es muy doloroso para quienes confiábamos en lo que estaba haciendo este Gobierno”, concluyó.