Se trata del abogado Francisco Giménez, defensor de Carlos Mallo, acusado de abuso sexual, quien mantuvo una fuerte discusión en los pasillos de los Tribunales de Río Grande con un grupo de la organización Madres en Lucha.
Las mujeres estaban participando de un escrache a Mallo, cuando Giménez le arrebató el celular a una de ellas, con la intención de evitar ser filmado, y al grito de “a mí no me rompan las bolas”.
La discusión comenzó a subir de tono, llegando a insultos desde ambas partes, lo que generó la intervención del juez Daniel Cesari Hernández.
“No se metan conmigo, yo soy un profesional que estoy haciendo mi laburo. Ustedes pueden hacer lo que se le cante el forro de las bolas pero conmigo no se metan”, gritó Giménez, y les advirtió que “no abusen de su condición de mujeres”.
“Los voy a cagar en un juicio y van a ir a parar a la loma del orto”, amenazó Giménez, y les pidió “vamos afuera y me buscas un hombre que me diga lo que me estás diciendo a ver si algún hombre de ustedes se anima a decir lo que ustedes me dicen. Quieren hacerlo. No abusen de su condición de mujer”.
“Yo estoy haciendo mi trabajo y no tengo nada que ver con sus reclamos. Yo defiendo a quien se me da el forro de las pelotas. Vos no tenés derecho a recriminar nada”, le espetó el abogado a una de las mujeres.
Francisco Giménez también fue querellante contra el entonces intendente Gustavo Melella, en una causa por abuso sexual. En ese caso representaba a tres obreros mayores de edad, los obreros de la construcción, Damián Rivas, Alfredo Suasnabar y Mario Lovera.