Lo aseguró la ministra de Obras Públicas, Gabriela Castillo, durante una reunión con los directivos de la escuela especial de Ushuaia, donde ayer se realizó un ruidazo debido al mal estado del edificio, por lo que no pueden volver a clases presenciales.

Durante el encuentro con las autoridades de la escuela, del que también participó la ministra de Educación Analía Cubino, las funcionarias afirmaron que no se desconocen las responsabilidades en torno a los trabajos que se realizaron en la institución, de manera paralela a buscar una solución que sea definitiva para la escuela.

“Son muchos establecimientos, estamos comprometidos a escuchar las inquietudes de la comunidad educativa, porque sabemos que cada edificio de la provincia tiene una historia edilicia que no desconocemos” indicó Castillo.

Asimismo reconoció que como es de público conocimiento “debemos seguir procesos administrativos que muchas veces son engorrosos y que no van con la premura de los tiempos que requieren los trabajos”.

En este sentido, ambas funcionarias manifestaron que “entendemos la angustia y preocupación que genera esta situación a toda la comunidad educativa de la Kayú Chénèn, que está a la espera del retorno a la presencialidad”.

Cubino indicó puntualmente que “no vamos a exponer a que los alumnos, alumnas, docentes y personal regresen en condiciones que no están garantizadas”.

Con lo cual, y en lo que refiere a las obras Castillo explicó que entre esta semana y la próxima “estaremos finalizando con los trabajos para dotar de calefacción a todo el edificio”.

Para finalizar, se comprometió un nuevo encuentro con los padres de la escuela a media mañana, a fin de dar a conocer los pasos a seguir.