Los hermanos Alvaro Damián y Marcos Enrique Jiménez Astorga quedaron imputados por la supuesta agresión al Juez Daniel Cesar Hernández, que tuvo lugar el pasado 5 de abril en inmediaciones de la Ruta 3, en Río Grande.
Ambos trabajaban en el pintado del nuevo trazado de la ciclovía, cuando uno de ellos fue a buscar al otro para salir del trabajo, ocasión en la que casualmente, Cesari pasaba realizando ejercicio por el lugar junto a su esposa.
El fiscal acusó en este caso solamente por “lesiones”, entendiendo que no existieron ni las “amenazas” ni la “tentativa de robo” en relación a la sustracción del celular a Cesari, según la defensa de los imputados para que no los fotografiara.
En tanto la defensa de los imputados buscará sostener que Cesari magnificó la situación y para ello ya marcó la atención sobre la prueba documental fotográfica de la Policía.
En el lugar del hecho los peritos policiales certificaron con fotografías las excoriaciones que el magistrado presentado a minutos de producidos los hechos, y varias fojas más adelante la causa muestra imágenes tomadas a posteriori al magistrado, supuestamente en sede policial o bien un ambiente cerrado, donde muestra una pérdida de sangre en el labio.
Otra duda se plantea en torno al llamado del magistrado al 101 de la Policía, en el cual la transcripción enviada por la Policía, obvió una primera parte del llamado que quedó registrado en una aplicación del celular del magistrado, denominado “grabador de llamadas”.
En esa aplicación quedó registrado – y luego fue transcripto- que antes de que hablara el operador del 101 el magistrado gritaba que estaba siendo pateado en la cabeza, repitiendo en reiteradas oportunidades “no no no”.
Cesari no presentó lesiones en la zona de la cabeza, cuestiones que la defensa seguramente comenzará a interponer en el desarrollo del eventual juicio por flagrancia para el que se preparan las partes. (Resumen Policial)