“Apelamos a responsabilidad individual de las personas porque esto no terminó”, dijo la Ministra de Salud, Judit Di Giglio, y advirtió que en 15 días se verán los resultados de las reuniones familiares durante las fiestas.
Si bien ayer llegaron las primeras vacunas a la provincia, no implica ningún tipo de cambio en las conductas de cuidado, ya que no será vacunada toda la población.
En una primera instancia se vacunará a la primera línea del personal de salud público y privado, unas 3000 personas. Se trata de los equipos de las guardias, terapia intensiva e hisopadores. En la provincia hay 2000 trabajadores que pertenecen al Ministerio de Salud, y otros 1000 dentro del sistema privado.
“Las personas que tuvieron la enfermedad se deben vacunar, porque no se sabe el tiempo de inmunidad, siempre se manera voluntaria, porque continua la transmisión comunitaria”, dijo la ministra.
Y advirtió que “el virus circula tanto en Río Grande como en Ushuaia, es fundamental extremar las medidas de cuidado porque va a ser un porcentaje muy chico el que se va a vacunar. Tenemos que esperar tener gran parte de la población vacunada para disminuir el riesgo”.
“En este momento tenemos menos de 10 días hábiles para vacunar, y no sabemos cuándo llegarán las próximas dosis”, agregó.
Para la llegada del segundo contingente de vacunas, se prevé habilitar dos puntos fijos en Río Grande y otros dos en Ushuaia para comenzar a vacunar a un número mayor de personas por día.
“El personal sanitario, una vez vacunado con la segunda dosis, puede volver a sus tareas, lo ideal es no estar en transmisión comunitaria”, concluyó Di Giglio.