Cuando se escribe Juliana Awada en el buscador de Google puede leerse una ficha donde no se encuentra la ocupación. Sí se describen otros datos como el nombre de su padre, su pareja o su lugar de nacimiento.
Cuando se escribe Fabiola Yañez, el buscador arroja datos como ocupación “Florero Periodista y actriz”, nacionalidad argentina y nombre completo “Fiambrola Chiruza Yáñez”.
Al igual que pasó con la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien aparecía calificada como “ladrona de la Nación”, el buscador exhibe un nombre completo falso de la primera dama.
Este año, Cristina Fernández de Kirchner hizo una presentación judicial contra la empresa Google después de que el 17 de mayo de 2020 a las 00:20hs el diario Clarín publicó, en una una nota digital, que el buscador de Google había colocado una infamante leyenda en el lugar donde debería figurar el cargo que ocupa hoy.
Como respuesta a la denuncia de la expresidenta, Google emitió un breve comunicado de prensa en el que explicaba que el panel de conocimiento “se genera de forma automática, tomando información de diferentes fuentes de la web”.
La justicia hizo lugar a la denuncia de CFK y le permitió acceder a todos los datos asociados a ella “a partir del 17/05/2020 hasta el día en que se realice la presente pericia, que surjan del contenido del panel de conocimiento del buscador ‘Google’”.
La empresa presentó una apelación que fue rechazada y, después, intentó llevar el caso a la Corte Suprema de Justicia de la Nación que declaró el recurso como “inadmisible”.
Entre sus alcances, Google explica cómo funcionan los paneles de conocimiento y detalla que aquel gráfico “mapea automáticamente los atributos y las relaciones de estas entidades del mundo real a partir de información recopilada de la web, bases de datos estructuradas, datos bajo licencia y otras fuentes”.
“La información del Gráfico de conocimiento debe estar basada en hechos y se presenta como tal. Sin embargo, aunque nuestro objetivo es ser lo más precisos posible, nuestros sistemas no son perfectos, ni tampoco las fuentes de datos disponibles”, recalcan.
Sin embargo, cuando el usuario ingresa a la ficha de la Wikipedia, arrojada por el buscador de Google, tanto en el caso de Yañez como de Awada, se mencionan distintos aspectos relacionados con los personajes en cuestión.
En el sitio de Wikipedia de Fabiola Yañez, no se encuentra ningún agravio. Se pueden leer tanto los datos básicos de la primera dama, como los ítems Biografía, Carrera y vida personal. La descripción no tiene un gran desarrollo.
Pero si se accede a la Wikipedia de Juliana Awada, además de los datos básicos de la ex primera dama, también se accede al ítem “Polémicas”, con los subtítulos “Trabajo clandestino y tráfico de personas en empresas vinculadas”, “Contratación de una asesora presidencial”, “Inconsistencias en declaraciones juradas”, y “Otras Controversias”.
La Wikipedia, conocida como “enciclopedia libre”, se describe a sí misma como “editada de manera colaborativa”.
Supuestamente es administrada por la Fundación Wikimedia, una organización “sin ánimo de lucro cuya financiación está basada en donaciones.”
Siempre según su propia descripción, la Wikipedia tiene “más de 50 millones de artículos en 300 idiomas, que han sido redactados en conjunto por voluntarios de todo el mundo, lo que suma más de 2000 millones de ediciones, y permite que cualquier persona pueda sumarse al proyecto para editarlos, a menos que la página se encuentre protegida contra vandalismos para evitar problemas o disputas.”